Desconocido conocido (Mira/Jace - Libre)

Todo el castillo parecio detenerse alrededor de ellos mientras el guardia le decia las ultimas palabras que necesitaba escuchar en aquel momento,no solo tenían que lidiar con todos los problemas diplomáticos que representaban que un demonio acababa de morir en medio del castillo con cientos de testigos sino que cabía la posibilidad de que fuera una trampa en la que ellos habían caído como un par de aficionados-incluso si se trata de un demonio la princesa estará bien sola-dijo aun así sin aminorar el paso, sabia por experiencia que mirajanne podía lidiar perfectamente con un par de asesinos ocasionales que 'aparecían'(o mas bien el dejaba pasar) y que incluso llegaba a disfrutar de ensuciarse las manos de vez en cuando.

Pero los bebes eran una historia completamente diferente,con el distraído allí y la princesa ocupada con otro ataque similar la habitación de los pequeños quedaba totalmente desprotegida y dudaba que las defensas mágicas pudieran resistir demasiado tiempo si se trataba de un demonio con grandes poderes mágicos quien estaba detrás de eso-no tenemos un minuto que perder-dijo mientras tomaba al chico de la mano y desaparecía en una nube de humo negro para volver a aparecer en la habitación de mirajanne,con algo de suerte aun estaban a tiempo.

Su despacho se encontraba en penumbras, dejando el libre paso a la luz platinada que brindaba la luna llena de aquella noche, iluminando vagamente la oscuridad del lugar. Ella permanecía aún de pie en el centro, con su mano sujetando firmemente la cabeza de aquél intruso que había llegado con intenciones de atacarla. Desde hacía un pequeño lapso de tiempo que el fuego de la mano con la que lo había detenido al atraparlo del rostro lo había quemado hasta consumirle el cerebro y matarlo, pero pese a esto ella aún no lo había soltado. Incluso mantuvo un rostro serio y los párpados levemente entrecerrados mientras que su mirada pensativa seguía perdida en algún punto del tipo, examinándolo.

¿Por qué?... aún no se lo explicaba.

De pronto, en medio de sus cavilaciones mentales una ráfaga de humo negro se presentó dentro de la oficina. Ni siquiera tuvo que retirar su vista de donde la tenía para saber que se trataba de su caballero, y al parecer traía al chico con él, lo cual la hacía pensar que allá abajo también había pasado algo.

Finalmente dejó caer al sujeto en el suelo, con toda la cabeza carbonizada.

-Jace, ven aquí- Pidió, todavía sin dejar de examinar el cuerpo.

Y con la llegada de los otros dos estaba más segura de lo que sentía. A ellos dos los percibió inmediatamente, pero ese tipo desde que apareció hasta incluso ahora estando muerto no podía detectar su presencia, como si se tratase de un espectro materializado. Era la primera vez que se le presentaba algo como eso, y no parecía ser una ilusión, se sentía muy real.

-Míralo de cerca- Indicó ahora. -¿Es algún tipo de magia?- Quiso saber.

El hecho de que su padre lo transportara directamente hasta el despacho de la princesa ahorraba bastante tiempo valioso. Pero en cuanto el humo negro se disipó, ya dejando ver el lugar en el que habían desembocado, por unos instantes se tensó al ver que en efecto, un atacante aprovechó la oportunidad para tratar de hacerle algo a su madre.

Pero extrañamente ella se veía pensativa, como si estuviese analizando el cuerpo en vez de destrozarlo y manchar si era posible cada rincón con sangre, como solía acostumbrar. Por unos instantes incluso adjudicó el extraño comportamiento de su madre a algún desafortunado desenlace con sus hermanos, pero tras fijarse se tranquilizó al ver que estaban bien.

Si ninguna de esas cosas era, entonces tenía que centrarse en el atacante, al cual vio caer al suelo con un golpe seco en cuanto ella lo soltó.

Las palabras de su madre le llamaron la atención a él también, por lo que de igual modo se acercó un poco, queriendo contemplar el cuerpo. Supo entonces cuál era la incongruencia allí ahora que se fijaba más detenidamente. Esa sensación de estar y al mismo tiempo no estar...

Tan pronto como surgió la duda en él, sus sospechas fueron confirmadas cuando el cuerpo comenzó a iluminarse con un destello blanco hasta desaparecer en unas cuantas mariposas que se evaporaron en el aire como el humo de un cigarro. Claramente un truco de "magia"... porque ni siquiera era propiamente magia o una ilusión. Eran ilusiones reales, algo que sólo aquél sujeto podía usar.

¿Pero por qué haría algo como eso?...

-Princesa- La miró ahora. -¿Por casualidad ha notado algo extraño últimamente? ¿Ocurrió algo antes del ataque?

Un segundo duro aquella sensacion de vacio en la que sus pies no tenian nada solido a lo que agarrarse antes de que volviera a tener un asidero firme en el suelo del despacho de la princesa. El cuarto estaba completamente a oscuras a excepcion de un fino rayo de luna no mas grueso que la hoja de un puñal que atravesaba la densa oscuridad enmarcando la figura de mirajanne como asi tambien el trofeo que sostenia en sus manos. Los bebes seguian dormidos felizmente sin notar lo que habia sucedido justo delante de sus narices,su madre posiblemente se habia asegurado de eliminar al sujeto antes de que el ruido pudiera despertar a los pequeños.

La cara del sujeto era totalmente irreconocible pues las llamas le habia abrazado el craneo por completo dejando solo una calavera limpia en las manos de la princesa,en cuanto lo vio llegar dejo caer el cuerpo al suelo mientras le pedia que se acercara. No hizo falta un gran poder de observacion para ver que algo no estaba bien alli, el cuerpo que la princesa tenia a sus pies no emitia ningun tipo de energia o al menos ninguna que el fuera capaz de sentir, la pregunta de mirajanne y la posterior desaparicion del cuerpo en una nube de mariposas no hizo mas que confirmar la sospecha que los 3 tenian-un demonio intento envenenar vuestra comida,el fuego que lo disolvio cuando logramos atraparlo era azul-dijo mientras miraba a la princesa a los ojos,al aparecer sus temores eran mucho mas reales de lo que el se habia atrevido a sospechar.

La pregunta del Guardia Real llamó su atención, al mismo tiempo que despertó cierta sospecha. Quizá era parte de su trabajo de investigar a fondo como miembro de una organización tan reconocida, o tal vez su instinto solamente... pero aún así no podía dejar de pensar que él quizá estaba ocultando algo con respecto a lo que acababa de ocurrir.

No obstante, lo primordial ahora era ver si el chico iba a ser de utilidad. En ese caso le serviría bastante aclarar unas cuantas dudas con él.

-Justo antes de que se apareciera aquí el intruso me distraje viendo un búho sobre la rama del árbol de la ventana- Señaló con un ademán de su cabeza dicho sitio. Por supuesto que aquello no era algo muy común en ella, el distraerse con cualquier cosa a tal punto de desconectarse de sus alrededores, por lo que enseguida amplió los detalles para aclarar los motivos por los cuales ocurrió aquello. -Era completamente blanco, y tenía un ojo azul y otro rojo.

Tan pronto como dijo aquello, percibió como hubo un cambio moderado pero importante para tomar en cuenta sobre las facciones del muchacho. Incluso podía escuchar su ritmo cardíaco acelerándose, como si le confirmase sus peores temores. Entonces sí sabía algo...

-Aunque hace rato también vi por la ventana a un integrante de la guardia nocturna que no recuerdo haber visto en ninguna parte antes- Miró ahora a Jace, puesto que esa era el área de él.

Y tan pronto como lo hizo el otro le confirmó los acontecimientos ocurridos en la parte baja del castillo. Sin duda el detalle que le heló la sangre fue lo del fuego azul. Quería pensar en cualquier otro de los hijos de Satanás, pero simplemente no podía quitarse la imagen del rostro de Daemon de la cabeza.

Le costó trabajo el controlarse para que el cambio en sus facciones fuese leve, pero es que simplemente no podía evitar sentir ese escalofrío que le recorrió la columna entera. Aquello sin duda era la prueba definitiva para saber que estaban lidiando con él... y también sabía que había dejado mostrar a ese búho porque estaba convencido de que en este tiempo nadie había descubierto su presencia todavía, o eso era lo que pensaba.

-¿No pudo ver el color de cabello de aquél intruso de la guardia? ¿o su rostro?- Quiso saber en cuanto supo de aquello.

Bien, aunque con ese pájaro allí ya era más que seguro que se trataba de él, aún había algo que no concordaba... era un hecho que este sujeto que acababa de matar su madre era una de sus ilusiones reales, pero... ¿y el de abajo?... ese fue consumido por completo por las llamas, y desprendía una muy tenue presencia. Aunque ahora que lo pensaba, él en parte también era un demonio, y su línea sanguínea por esa rama era muy poderosa como para provocar un fogonazo tan potente como aquél... también podría haber sido obra suya.

Pero entonces quedaba otra interrogante... ¿Por qué haría algo como eso? Si no mal recordaba, en aquél encuentro que tuvieron por primera y única vez con él, les había dejado bien en claro que estaba en una posición neutral y que no ayudaría a ningún bando directamente...

Pero después de todo él seguía siendo uno de ellos, aún si negaba sus lazos, y estaba completamente seguro de que prefería ese lado que el otro del que había escapado.

¿Entonces era una advertencia?... ¿Se había tomado la molestia de darles una advertencia para que incrementasen la seguridad y fuesen más cuidadosos para poder enfrentar la tormenta que se les venía?

Fuera cual fuera su motivo, no debía desaprovechar esa extraña y muy poco frecuente muestra de "amabilidad". Tragó grueso antes de mirar a su madre de nuevo y hablar, tratando de sonar lo más firme que pudiera.

-Debo retirarme unos momentos para transmitirle el informe de lo ocurrido a la Reina y así tomar las medidas necesarias. Con su permiso...- Y tras hacer una leve reverencia salió de la estancia con gran apuro. La excusa de informar a la Reina era bastante creíble, tomando en cuenta el papel que estaba representando.

Ahora tenía que rogar a todas las deidades para que no se hubiese ido por completo todavía. Si encontraba al ave, significaba entonces que el dueño estaba cerca.

Los eventos estaban tomando un giro cada vez mas oscuro a medida que indagaban en aquel asunto solo para descubrir que estaban dando palos de ciego no sabiendo muy bien donde estaban parados. En sus años jamás había visto algo como aquel sujeto que acababa de desvanecerse y las palabras de la princesa no hacían sino echar sal a la herida, todas las medidas de seguridad habían sido burladas como si fuera un juego de niños, la propia fiabilidad de su unidad había sido comprometida y aun así no tenían ninguna pista concreta sobre como seguir investigando.

El guardia parecía haberse puesto especialmente nervioso cuando escucho a la princesa hablar del búho, aquellos pájaros nunca eran señal de buenas noticias pero la historia de mirajanne le hacia dudar de que aquella cosa fuera un simple pájaro perdido-ningún miembro que se acerque tanto a vuestra habitación tiene menos de cien años de servicio-dijo el apretando los puños mientras lanzaba una mirada rápida a la ventana, quien fuera que hubiera echo eso tenia que ser detenido antes de que pudiera asestar el golpe asesino. Order dejo la habitación visiblemente apurado pero jace no le dejo ir muy lejos luego de intercambiar una mirada con la princesa-lamento decirte que tu informe tendrá que esperar, tenemos asuntos urgentes de los que ocuparnos-dijo mientras habría la ventana mas cercana y saltaba al jardín que se extendía debajo sin soltar el brazo del guardia, tenían que cazar al impostor antes de que tuviera tiempo de alejarse.

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Off: me tiene totalmente intrigado tanto secreto X3

De pronto su andar fue detenido cuando su padre de la nada lo retuvo al sujetarlo de un brazo. Se giró de inmediato para reclamarle con la mirada, aunque estaba igual de asombrado por lo repentino de todo ello que fastidiado al ver su tarea irrumpida tan imprudentemente.

-Espera no... ¡Oye, espera!- Trató de zafarse de su agarre, pero sin poder hacer mucho fue arrastrado rápidamente por la habitación hasta que saltaron por la ventana para salir al jardín.

Recién allí pudo zafarse de su agarre, en el aterrizaje, viéndose obligado a retroceder una considerable distancia para quedar fuera de su alcance. Pese a ser su padre, no pudo evitar mirarlo con gran reproche. ¡Él no comprendía para nada la situación! No tenía idea de con quién estaban lidiando, no podía permitir que se estropeara de esa forma. No podía permitir que lo encontrara todavía...

-No tienes idea de lo que estás haciendo- Soltó finalmente, conteniéndose todo lo posible para no comenzar a gritar por el estrés. -No tengo tiempo para esto, mi deber es primero informar a la...- Iba a reiterar su excusa para poder zafarse de aquello, pero al parecer el mismo sujeto al que trataba de encubrir había decidido que quería divertirse con ellos, mostrando a su búho blanco de ojos bicolores sobrevolando la zona y luego encaminándose hacia los árboles que marcaban el inicio del pequeño bosque. Genial... ¡¿por qué tenía que ser un maldito "marionetista" que se divertía a expensas de los problemas que generaba en los demás?!

Suspiró frustrado en cuanto Jace aprovechó la "oportunidad" y fue tras el ave para dar con el dueño, teniendo que seguirlo enseguida si es que quería evitar una catástrofe.

Pero para sorpresa suya, ese sujeto ya se encontraba allí, oculto bajo una capa ilusoria que fue desvaneciendo cuando el ave se posó sobre uno de sus brazos. Tal como decía su madre, tenía el rostro medianamente cubierto con un ancho sombrero oscuro, al igual que la gabardina que vestía. Pero eso sí, su sonrisa maliciosamente divertida estaba completamente expuesta.

El Guardia Real tragó grueso, estaba seguro de que su padre de inmediato lo atacaría o haría algún movimiento.

No le quedaba de otra.

Se apresuró para ponerse justo frente al sujeto, con los brazos extendidos, haciendo de escudo humano y reprochándole con la mirada al Caballero.

-No puedo permitir que lo ataques- Fue todo lo que le pudo decir. No se suponía que fuera ahora donde se revelara su identidad, y tampoco podía dejar que se enfrentaran. Si aquello pasaba las cosas sólo se torcerían aún más, y estaba seguro de que en cuanto supiera de quien se tratara Jace ni siquiera podría atacarlo.

Pero al parecer, aquél sujeto verdaderamente era un maldito de primera, puesto que pese a que él lo había protegido de una forma tan imprudente, todo lo que hizo fue reír por lo bajo y atraparlo con uno de sus brazos, para con el otro amenazar su cuello con una navaja bastante filosa, que hizo sudar frío al muchacho.

-Ara ara~, qué curioso...- Habló con una voz grave pero con un claro deje de diversión aquél sujeto. -Pareces conocerme, chico. Pero no recuerdo haberte visto antes...

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Off: ¡Nyahahahaha! >:D aún falta para revelar su identidad. Pero descuida, no es Daemon.

El aire frío del anochecer le pego en la cara cuando salto por la ventana y por un glorioso momento se olvido de todos sus problemas y se sintió tan ingrávido como un pájaro que surcaba los cielos, se precipitaron al suelo mientras el soltaba al guardia en medio del aire para que pudiera aterrizar aunque no entendía porque se alejaba de el de esa manera- entiendo perfectamente lo que estoy haciendo-le respondió el mientras le daba una mirada fría al guardia como reprochandole su falta de autocontrol en aquel momento, conocía personas que preferían ocultarse tras la seguridad de un despacho pero nunca creyó que aquel muchacho podría ser uno de ellos, tal vez lo había juzgado mal y aquella cazeria había sido solo el calor del momento y nada mas-te enviaron aquí a proteger a la princesa, esa obligación tiene precedencia sobre cualquier otra- le dijo en un tono seco mientras lo fulminaba con la mirada para que hiciera silencio, el chico posiblemente estaba asustado pero estaban en una situación critica no podía permitir que alguien que hubiera comprometido su estructura de aquella manera se escapara pues el próximo ataque seria fatal, literalmente no tenían margen de error.

El búho de aquel sujeto parecía estar esperandolos con una expresión casi burlona en sus ojos mientras se movía deliberadamente lento a través del denso follaje del bosque como si quisiera asegurarse de que no lo perdieran de vista mientras los guiaba hacia su maestro. Al ver que el perpetrador de aquel estropicio evidentemente quería que lo encontraran jace se limito a caminar con un paso accompasado con los ojos abiertos a cualquier trampa, era obvio que aquel tipo tenia mucha confianza en si mismo como para giarlos de aquella manera pero aun así le sorprendió no detectar ningún tipo de trampa u emboscada, acaso después de aquel nivel de planeamiento el sujeto pensaba enfrentarlos cara a cara. Tras unos minutos de caminata el ave finalmente se poso en el brazo de un sujeto cuya cara quedaba ensombrecida por un sombrero de ala ancha, todo lo que podía ver era una sonrisa cruel que le mostraba que aquel tipo no estaba ni siquiera preocupado.

Sabia que aquello no iba a ser fácil pero nunca pensó que el chico se pondría en el medio y lo que era aun peor se convertiría en rehén de aquel tipo-ese es un juguete de la reina, si lo rompes no dudara en mandar sus perros a buscarte-le dijo al sujeto del sombrero tratando de sonar desinteresado mientras ponía sus manos cerca de la empuñadura de su cuchillo prefería no cargar con el problema de que un guardia real muriera bajo su vista, además dado lo que había visto era posible que el hombre frente a el fuera otro muñeco.

Maldijo una y mil veces hacia sus adentros al hallarse de pronto en el papel de rehén, y pese a estar sudando frío por culpa de la amenaza de la navaja, no pudo evitar mirar feo a su opresor, quien se encontraba de lo más divertido con la situación, observando las acciones del Caballero.

-Como si me importara lidiar con uno o dos de ellos- Espetó con diversión el sujeto, hasta que vio como el mayor comenzaba a caer en la tentación de tomar un arma, lo cual lo hizo resoplar también divertido por la situación. -Vamos Jace, tan estresado como siempre. Mejor guarda eso antes de que te hagas daño- Habló ahora, sin dejando en claro que ya lo conocía de antes, probablemente sólo para divertirse al verlo tratando de identificarlo.

Pero aquél era un juego bastante peligroso que podría terminar en una batalla realmente fea si el Guardia no los detenía, además de que lo primordial tanto para él como para el "intruso" era resguardar su identidad. Lo que el otro no sabía era que su objetivo era el mismo, y podía usar eso a su favor.

-Sería una lástima arruinar tu "diversión", pero si insistes en echarle más leña al fuego me veré obligado a avisarle a la princesa que estás aquí- Realmente agradecía el poco autocontrol que podía llegar a tener como para modular su voz sin que se notara su miedo o preocupación, porque sabía que ese sí era un maldito que sin importar quien fuera, lo quitaría del medio y aplastaría con tal de que no estorbaran. Pero por fortuna pareció simplemente optar por soltarlo y darle un empujón, seguramente porque no lo conocía y no sabía de lo que era capaz... o tal vez porque lo veía como un interesante juguete, lo cual era más factible tratándose de él.

-Juguetes sin una pizca de sentido del humor como tú son los que más rápido aburren, chico- Habló nuevamente, quizá algo fastidiado por haber perdido su diversión, pero de estarlo, realmente no lo hizo notar en su tono de voz. Guardó su navaja y acto seguido se centró una vez más en el Caballero, sin perder esa sonrisa tenue pero maliciosa. -En fin, mi papel aquí terminó hace unos minutos, sólo pasaba a "saludar".

Pero en cuanto hizo ademán de querer retirarse, el menor se inquietó al perder el único rastro que podría tener de alguien tan escurridizo como él. Quizá si lograba convencerlo dese esa época, se asegurarían un futuro mucho menos caótico.

-Espera- Pidió. -Si te tomaste la molestia de venir a advertirnos, ¿por qué no mejor nos ayudas directamente?- Propuso. -Nuestro enemigo es el mismo, ¿no?... Además de que si regresas la princesa de inmediato te aceptará de vuelta.

Pero tocar ese tema quizá no había sido la mejor idea de todas, puesto que recordaba que en su tiempo Nue le había hecho una propuesta similar, y la respuesta que obtuvo de su parte fue la misma que le dedicó ahora mientras se daba media vuelta y caminaba hacia la oscuridad de los árboles:

-Lo que ocurra con ustedes ya no es asunto mío. No pienso estar ni de un lado ni del otro, yo sólo me muevo según mis propios intereses.

Frustrante. Lidiar con ese tipo era en verdad frustrante. Y realmente no culpaba a su padre por querer dispararle una flecha o apuñalarlo mientras lo miraba irse, pero lamentablemente no podía permitírselo. Por las dudas, si se le ocurría alguna de esas dos ideas, volvió a meterse en su campo de visión para cubrir el paso del otro y que se fuera tranquilo. Probablemente ahora lo tacharían de traidor, pero si lograba explicarse bien quizá se salvaría.

-Él no es nuestro enemigo, y no nos conviene que lo sea- Aunque la situación no lo ayudaba mucho, no podía explicarse más. Maldita suerte.

Las palabras de aquel sujeto no hacían mas que ponerle los nervios de punta,fuera quien fuera ese tipo o estaba completamente loco o era mucho mas peligroso de lo que daba a entender su apariencia. Tenia información y eso ya lo hacia un sujeto peligroso y lo que era peor estaba atento aun cuando su posición no lo delataba-podéis intentarlo pero os aseguro que los otros guardias no caerán tan fácilmente-dijo el clavandole una mirada fría al sujeto mientras buscaba en su memoria tratando de conectar esa voz a algún rostro que hubiera visto con anterioridad,el sujeto simplemente seguía riendo ante su esfuerzo como si supiera que era totalmente inútil. Al final su mente se vio interrumpida en cuanto el tipo empezó a hablar otra vez e hizo un amague para retirase alegando que solo se había quedado a saludar, acaso ya había enviado a otro asesino tras la princesa o solo estaba allí para probar las defensas del castillo,cualquiera fuera el caso no pensaba dejarlo escapar pero al igual que la ultima vez el guardia actuó antes de que el pudiera hacer su primer movimiento.

El chico parecía conocer bastante bien a ese sujeto y aquella amenaza de decírselo a mirajanne parecía indicar que ella también lo conocía lo que al menos le daba algún hilo de donde tirar para desenredar toda aquella madeja. Dejo que el sujeto se marchara viendo que el guardia iba a intentar detenerlo de todas formas y la verdad no parecía el movimiento mas sensato en aquel momento-y quien es el exactamente-dijo mientras perforaba al chico con la mirada,le había seguido el juego hasta ese momento pero no pensaba dejar que ahora se zafara con otra evasiva,o bien era un espía o sabia algo de todo aquello y le iba a decir todo de una manera u otra.

Tragó grueso sin poder evitar sentirse bajo amenaza de muerte ante la mirada fulminante que le dedicó su padre, no obstante, no podía abandonar ahora. Siguió cubriendo a aquél sujeto hasta que desapareció su presencia por completo y le sostuvo la mirada, tratando de no mostrarse intimidado. Tuvo que apretar fuerte los labios y desviar por unos momentos la mirada al hallarse en jaque de esa manera.

No podía decírselo, por algo había hecho todo lo que estaba en sus manos para proteger su identidad. Pero si le soltaba una excusa ahora sólo se cavaría su propia tumba, puesto que estaba claro que ya sospechaban bastante de él como para que se viese todavía menos confiable. Finalmente suspiró para tratar de calmarse y volver a mirarlo. Al parecer no le iba a quedar de otra que ser franco y contarle la verdad... o bueno, parte de ella.

-Lo lamento, pero ese es un dato que tengo prohibido revelar- Y era cierto... bien sabía que si hacía algún cambio ahora, el futuro iba a sufrir fuertes repercusiones. -Cuando la princesa da una orden no te queda más remedio que cumplirla, sea cual sea- Agregó ahora, antes de que su padre decidiera atacarlo o algo. -Yo estoy exactamente en la misma situación. Se me encomendó algo, y pase lo que pase tengo que obedecer, aún si eso implica que me corten la cabeza- Explicó con total franqueza para tratar de hacerlo entender que realmente estaba de manos atadas.

-Sé que tienen todas las de creer que él realmente es otro de los asesinos que viene tras la vida de la princesa, pero al fin y al cabo los dos "enemigos" que nos envió fueron tan débiles que hasta un niño habría podido con ellos. No tenía intención de atacar, simplemente esa es su forma de advertirnos que la seguridad del castillo le parece débil... creo- Agregó aquello último por lo bajo. Ni él estaba seguro de si eso era del todo cierto, después de todo no lo conocía en realidad, y sabía que era un maldito de primera.

Suspiró nuevamente y volvió a enfrentarlo con la mirada, esta vez firme y sin inmutarse.

-Es todo lo que tengo permitido decir- Ya la resolución que tomara el otro quedaba en sus manos, él había hecho todo lo que pudo... y de todos modos ya sabía que su existencia estaba condenada.

Jace alternaba su mirada entre el guardia y el sujeto aquel que parecia alejarse de una manera horriblemente lenta como si quisiera probar cuanto era capaz de resistir antes de salir a perseguirlo, queria atraparlo queria romperle todos los dientes de su estupida sonrisa y exprimirle toda la verdad de su garganta mientras lo extrangulaba pero simplemente no podia hacerlo. El chico no iba a quitarse del medio por las buenas y aquel sujeto le olia terriblemente a trampa por lo que al final se rindio y en contra de su mejor juicio dejo escapar a la presa, ya tendria una mejor oportunidad de atraparlo la proxima vez que viniera a fizgonear por alli aunque algo le decia que no volveria a verlo-si la reina lo cree asi confiare en su juicio-dijo el retirando finalmente la mano de su arma tras deliberar que el chico probablemente no era un espia.

Igual que la primera vez que lo había visto no parecía mas que un muchacho apenas capaz de sostener una espada y mucho menos de usarla para matar a alguien-las defensas del castillo jamas habían sido atacadas desde dentro-le respondió el sintiendo amargura al pensar que habían pasado por alto a un espía en las cocinas durante tanto tiempo,el capitán de la guardia diurna tendría que enseñarle a sus hombres a pasar mas tiempo controlando a la servidumbre que puliendo esas condenadas armaduras que siempre llevaban. No estaba muy seguro sobre que pensar al final respecto al chico, en un momento parecía una persona confiable y al minuto siguiente actuaba como todo un espía y encima pretendía que confiara en el, suspiro cansado mientras empezaba a caminar de regreso al castillo, todo lo que podía hacer era continuar observando y esperando que los acontecimientos se revelaran solos-guarda tus secretos si te lo ordenaron,pero no vuelvas a hacer una estupidez como esa o podría ser la ultima-dijo girando lentamente la cabeza para mirar al muchacho antes de entrar al castillo por una pequeña puerta de servicio.

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Off: a este paso va a tener que revelar su identidad en cualquier momento o va a terminar con una flecha en la rodilla.

La amenaza entre líneas que le dedicó su padre lo hizo sentir un helado escalofrío, ya que sabía perfectamente que hablaba en serio, y al no tener idea de quien era en realidad no iba a pensarlo dos veces antes de lanzarle una flecha la próxima vez. Suspiró para tratar de liberar algo de tensión y volver a mover su cuerpo, caminando en dirección al castillo, sin dejar de seguir al mayor.

Sentía ya la irritación casi palpable que emanaba del otro por culpa de sus acciones, pero es que no podía dejar que el tiempo se distorsionara más. Y lo peor de todo, es que aún no había acabado, y su padre ya estaba bastante molesto con él como para pedirle otro gran favor que lo haría ver todavía más sospechoso. Estaba literalmente entre la espada y la pared, pero si no hacía algo él acabaría contándoselo todo a su madre... y por más de resultar una conclusión tan descabellada, estaba seguro de que en algún momento ella acabaría por descubrirlo.

Si hubiese sido ella en lugar de su padre, era probable que se percatase enseguida de la identidad de aquél sujeto... y no quería volver a ver a su madre así, como cuando lo supieron en su época.

Sabiendo que posiblemente podía ser el último, dio un suspiro más antes de acortar la distancia y tratar de evitar que soltase más información de la necesaria cuando fuera a reportarle a la princesa.

-Hay algo muy importante que debo pedirte...- Comenzó diciendo, tratando de mantenerse firme y mirando hacia el frente en todo momento. Se iba a hundir él solo en un pozo sin fondo, pero tenía que hacerlo. -No me malinterpretes pero... ¿podrías evitar darle a la princesa muchos detalles sobre el tipo que enfrentamos allá abajo?

Lo sabía... había desencadenado la tormenta que acortaría su vida.

Caminaban en dirección a la habitación de la princesa en un sepulcral silencio con sus pasos como el único sonido que se oía en el enorme castillo. La mayoría de los sirvientes habían descubierto que caminar a solas por la noche era extremadamente malo para su salud, no solo por los asesinos que aparecían de tanto en tanto sino que el echo de estar emplazado en un lugar donde la barrera entre los mundos era frágil hacia que las noches fueran proclives a toda clase de sucesos inquietantes tales como objetos que se movían solos o fantasmas de antiguos muertos deambulando por los desiertos pasillos. Todo aquello hacia que muchos se cuestionaran el juicio de la princesa al vivir en tan espeluznante lugar aunque por alguna curiosa razón la habitación de mirajanne nunca había sido perturbada por ninguno de estos sucesos,era casi como si los mismos espíritus aun temieran al amo del castillo.

Jace caminaba con paso apresurado tratando de llegar donde la princesa tan pronto como le fuera posible para constatar que no había ocurrido nada mientras ellos cazaban al intruso, la noticia de que volvían con las manos vacías no iba a ser bien recibida pero iba a dejar que el guardia fuera quien se encargara de eso,pudo oír como tragaba con fuerza mientras el colocaba la mano sobre el picaporte y se dio vuelta para mirarlo-si así lo quieres,pero ella probablemente ya sabe quien esta aquí-dijo mientras abría la puerta para entrar al cuarto de mirajanne junto al novato. No entendía porque tanto secreto pero el joven tendría que empezar a aflojar la lengua con la princesa o iba a descubrir porque incluso los fantasmas no se acercaban a ella.

No había vuelto a bajar la guardia desde aquél ataque repentino, pero bien sabía que si ocurría algo similar otra vez posiblemente de nada serviría el tratar de sentirlo. Después de todo, aquél intruso se apareció de la nada y no tenía ninguna presencia que lo delatase.

Sin dejar de mirar cada tanto hacia sus alrededores, se dedicó a seguirles el rastro por la ventana cuando una extraña sensación se apoderó de ella. Había una presencia, muy leve pero fuerte que emanaba el sujeto que había visto antes por la ventana, y de alguna forma se le hacía escalofriantemente familiar. Lo que no comprendía era por qué sentía ahora ese horrible hueco en el pecho, era casi como cuando de niña, lloró por primera vez por una razón ajena a alguna herida y su padre le tuvo que explicar que aquella sensación dolorosa se llamaba "tristeza o depresión". ¿Y ahora por qué la presencia de ese tipo le evocaba esas sensaciones?

Queriendo saber el motivo, se acercó más a la ventana hasta colocar la palma de su mano contra el vidrio y tratar de vislumbrar al sujeto. Pero entre que la altura era mucha para fijarse detenidamente en él, estaba cubierto de forma tal que su identidad quedaba a resguardo. De ser por ella habría ido de inmediato ella misma a mirarlo, pero no podía dejar allí a los bebés, tenía que quedarse para cuidarlos por si algo volvía a ocurrir.

Si se ponía a analizarlo detenidamente, podía percibir un leve rastro de una energía muy similar a la de Daemon en él. Pero no lo era, de eso estaba segura, y esa sensación que le generaba posiblemente indicaba que lo conocía de alguna parte. ¿Acaso era uno de sus hermanos?... aún haciendo memoria, no lograba recordar haber conocido a más de tres hermanos de Daemon. ¿Qué asuntos podrían tener con ella?...

Disgustada por no poder descifrarlo con tan pocas pistas y tampoco ser capaz de acercarse más, chasqueó la lengua y arañó levemente los cristales, procediendo a retroceder un par de pasos cuando vio que Jace y el chico regresaban, teniendo que volver a colocarse su máscara para recibirlos con su expresión habitual en cuanto abrieron la puerta para pasar.

El chico lucía un tanto nervioso, y a juzgar por la mirada de su Caballero, era claro que algo había ocurrido por culpa de él. Mirajanne entrecerró los ojos con suspicacia y su tenue sonrisa cínica afloró en sus facciones, mientras que hacía un lento recorrido bordeando su escritorio para luego quedar frente al muchacho, como un depredador que disfruta jugar con el miedo de su presa.

-Hmm... ¿acaso ocurrió algo con nuestro invitado sorpresa? Espero que lo hayan invitado cordialmente a pasar a nuestro calabozo- Comenzó diciendo, con su suave tono de voz aparentemente calmo, pero envenenadamente sarcástico y divertido, delatando cuan gustosa estaba de torturar psicológicamente a la presa que había escogido. Y sólo para quebrantar más rápido sus nervios, comenzó a caminar lentamente al rededor de él como un tiburón que ya ha rodeado a su objetivo. -¿O acaso será que no lo hicieron sentir a gusto y acabó retirándose?...- Preguntó ahora, inclinándose un poco para quedar a la altura del muchacho y susurrarle aquello de una manera ciertamente aterradora.

Pero las reacciones del chico sólo la alentaban a continuar con aquél pequeño juego. Finalmente quedó frente a él, y sin mucha delicadeza atrapó sus mejillas entre los firmes dedos de sus manos para obligarlo a que le sostuviera la mirada, cosa que nadie con una mente relativamente sana era capaz de lograr por más de cinco segundos.

-Dime, chico- Se le acercó más, destruyendo sus posibilidades de escapar de su mirada intimidante. -Muchos de mis Caballeros tienen suficiente nivel como para pertenecer a la Guardia Real... atrapar a un intruso no debió haberles resultado difícil... entonces- Su mano fue bajando hasta rodear su cuello, iniciando con un leve roce para hacerlo estremecer. -deberé suponer que vieron su tarea interrumpida por culpa de algún "obstáculo" en el camino que entorpeciera la labor de capturarlo- Y dicho esto, de pronto comenzó a ejercer presión sobre su cuello. No demasiada, pero sí la suficiente como para intimidarlo y hacerlo escupir todo lo que supiera en ese mismo instante. -Como Guardia Real que eres, he de suponer que tuviste tus motivos para encubrirlo... ¿Acaso guardas alguna relación con el atacante que trató de atentar contra mi vida?

Su sonrisa aterradoramente divertida creció un poco al ver las reacciones que generaba en el muchacho, apresado como un conejo indefenso entre las fauces de un zorro hambriento de sangre. La amenaza de muerte ya estaba puesta, pero increíblemente el pequeño aún mantenía una admirable defensa mental. Parecía ser que estaba determinado a no decir nada, aún si lo mataba.

Suspiró con cierto aburrimiento y retiró la mano de su cuello para volver a enderezarse y mirarlo fijamente, ya más seria.

-Podría matarte y revivirte con el fuego de la vida para hacerte mi Sirviente... y entonces no podrías negarte a obedecer cuando te ordene hablar sobre todo lo que sabes- Se cruzó de brazos de una forma elegante, como siempre, y con movimientos refinados para no perder su gracia se giró nuevamente hacia la ventana para contemplar la luna y caminar unos pasos. -Pero si hago eso entonces tendré que soportar un sermón de mi madre por haberle roto y robado uno de sus muñecos... sería bastante molesto.

Dicho esto, una aparente y sospechosa calma regresó a la estancia. Aunque se asemejaba más al momento de suspenso de una película de terror en el que están a la espera de que se aparezca el asesino o monstruo en cuestión ante los protagonistas. Probablemente fue esa la sensación que le transmitió al chico cuando giró apenas su cabeza para mirarlo de una forma realmente matadora.

-Ahora sal de mi vista antes de que cambie de parecer y decida romperte- Y tras decir aquello el muchacho de inmediato acató, no queriendo perder su vida allí mismo.

Esperó unos segundos mientras escuchaba sus pasos apresurados alejarse, y finalmente se reclinó cómodamente contra su escritorio, quedando frente a su Caballero. Apoyó ambas manos sobre la mesa y se cruzó de piernas mientras que volvía a sonreír de una forma levemente divertida.

-¿Qué piensas del chico?- Ya se hacía una muy vaga idea sobre el concepto que pudiera tener de él, pero quería escucharlo de sus propios labios.

Había cerrado fuertemente los ojos por un momento, listo para recibir algún puñetazo, flechazo, patada o apuñalada en su defecto, por la petición tan descabellada que le había hecho. Pero para sorpresa suya su padre simplemente accedió a colaborar con él sin siquiera poner peros o requisarlo con preguntas. Vio aquello como algo sumamente inusual en él, y sabía que no se debía simplemente al apuro que tenía por ver a su madre... y fue sólo cuando lo dejó pasar a la oficina de ella que comprendió el verdadero motivo de su aparente pasividad en cuanto al tema.

El que le iba a romper el cuello no sería él, sino su madre durante el interrogatorio tras haber visto como el sujeto huía por causa suya.

Hizo uso de todo su autocontrol y fuerza de voluntad para mantenerse lo más firme posible y ser capaz de sostenerle la mirada cuando comenzó a intimidarlo. Aunque realmente se le hizo al extremo complicado cuando la princesa atrapó su rostro entre sus dedos con tanta firmeza que parecía haber acabado entre las garras de el monstruo más temible del mundo. Comenzaba a inquietarse más, y ella lo sabía, pero tenía que soportarlo y evitar ceder por todos los medios.

"Es tu madre, piensa que es tu madre. No puedes tenerle miedo" Se repetía una y otra vez en su cabeza... pero bueno, no estaba resultando. Mirajanne a veces podía volverse más aterradora que el mismísimo señor de los Demonios.

Comenzó a sudar frío cuando sus manos fueron a parar hacia su cuello para ser estrangulado, y por unos momentos realmente estuvo a punto de pedirle que se detuviera, mandar todo al demonio y decirle toda la verdad. Pero tenía que pensar en su hermana y el futuro que les aguardaba, no podía tirar todo a la basura ahora. Aún temblando levemente, abrió la boca para balbucear algunos intentos de palabra antes de poder articular finalmente.

-Lo lamento...- Fue todo lo que pudo decir. -No tengo permitido hablar- Y luego recordó que hiciera lo que hiciera, su existencia estaba condenada. Fue eso lo que logró tranquilizarlo por un rato en el que consiguió hacerla perder el interés en él.

Pero tratándose de Mirajanne, uno nunca podía relajarse, porque siempre podía salir en cualquier momento con una de aquellas amenazas cuando hacía creer a su presa que todo había terminado ya. Y esa mirada claramente evidenciaba que hablaba muy en serio, si no se iba su cabeza iba a terminar rodando en medio de la alfombra en los siguientes segundos.

De manera apresurada, hizo una reverencia y salió apurado del lugar, queriendo alejarse lo más posible para salir de su alcance y llegar a un lugar seguro. No se había percatado nunca de lo aterradores que podían llegar a ser sus padres con "desconocidos"...

Incluso antes de entrar en la habitación había sido capaz de sentir la frustración de la princesa a través de su vinculo pero cuando finalmente abrió la puerta lo que lo golpeo fue un deseo de matar tan fuerte que formaba un aura visible alrededor de mirajanne. Cualquier otra persona habría retrocedido ante aquella acometida pero jace sabia que esos sentimientos no estaban dirigidos a el y no pensaba dejar que el muchacho escapara si acaso se daba cuenta de la situación en la que se encontraba.

La princesa simplemente sonrió mientras jugaba con el aparentemente feliz de tener una presa en una posición tan deseable aunque una mirada a sus ojos bastaba para darse cuenta que felicidad era la ultima emoción que sentía en aquel momento, el muchacho se las arreglo bastante bien para resistir sin ponerse a llorar aunque en mas de una ocasión pareció que estuviera a punto de quebrarse y escupirlo todo, pero al final mirajanne tuvo que detenerse para no matarlo de verdad, incluso enojada como estaba el echo de que aque muchacho era "propiedad de la reina" hacia que detuviera su mano o al menos que se lo pensara dos veces antes de seguir adelante. Al ver que no tendría una segunda oportunidad el muchacho salió prácticamente corriendo de alli buscando poner tanta distancia como le fuera posible entre el y la princesa antes de que esta cambiara de opinion.

Una vez el guardia dejo la habitación mirajanne pareció volver a calmarse aunque el sabia que solo estaba guardando su odio para soltarlo en el momento mas oportuno, eran situaciones como esa que le hacían recordar porque la princesa tenia su tan temida reputación-tiene agallas eso es seguro, y sabe mucho mas de lo que quiere decirnos-dijo mientras se quitaba la capa y la colocaba en un gancho antes de acercarse a mirajanne-pero no me puedo sacar la sensación de que lo he visto en alguna parte, esa cosa que lo acompaña hablaba como si nos conociera todos-continuo mientras se sentaba junto a la princesa y apoyaba sus brazos alrededor de su cuello-parece como si hubiera venido aquí a buscar algo-finalizo, aun cuando de había entrometido el chico no actuaba como un espía en lo absoluto, francamente era molesto pues no sabia que hacer con el aun.

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Off: en momentos como estos me doy cuenta que jace podría haber terminado muerto aquella vez que se metió a la cama de mira

Terminó de sentarse sobre el escritorio mientras que balanceaba levemente uno de sus pies y mostraba una muy tenue sonrisa divertida, aparentemente entretenida con el veredicto del azabache, al tiempo que lo seguía con la mirada hasta que acabó sentado al lado de ella.

Por su parte, se entretuvo llevando una mano a los cabellos del muchacho para jugar con estos al enroscarlos y desenroscarlos de sus dedos, hasta que cierto comentario le llamó la atención para hacer cambiar su semblante a uno de leve desconcierto.

-¿"Esa cosa"?- Preguntó, puesto que ella no tenía ni idea de la pixie que acompañaba al chico.

Finalmente suspiró y se estiró un poco para destensar su cuerpo, volviendo entonces a esbozar esa clásica sonrisa suya.

-Ciertamente tiene agallas para mentirme mientras me sostiene la mirada- Comentó bastante entretenida por la situación, aunque al ver la expresión del otro supo que aquello posiblemente había sido inesperado. -¿De verdad crees que es un Guardia Real?- Enarcó una ceja, divertida todavía. -Es verdad que tiene las agallas necesarias para ser uno de ellos, pero no parece tener mucha experiencia, además de que no ha seguido el patrón que suelen seguir cuando están de misión.

Y dicho esto, se levantó para comenzar a caminar despacio de un lado a otro, costumbre que indicaba que estaba analizando minuciosamente algo que le llamaba la atención.

-Un verdadero Guardia Real habría cazado al intruso sin siquiera titubear, sin mencionar que el chico aún no nos ha mostrado su fuerza para comprobar si es o no uno de ellos- Alegó ya deteniéndose finalmente frente a una de las paredes. Seguidamente se cruzó de brazos para detenerse a pensar con más detalle en todo lo que había estado ocurriendo desde que llegó, optando por voltearse para volver a verlo, ya un poco más seria. -¿Qué ocurrió exactamente con el intruso?- Aún no podía quitarse esa sensación de encima, y realmente le habría gustado capturarlo para así poder mirarlo de cerca para saber quien era.

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Off: de hecho sí... Mira estaba de buenas ese día(?).

Jace pudo sentir como las manos de la princesa recorrían su cabello y aquello lo ayudo a tranquilizarse un poco y pensar con la cabeza fría. Aun estaba molesto por haber dejado que aquella situación llegara hasta esos limites aunque no podía hacer otra cosa hasta que hubieran decidido que hacer con el muchacho-cuando lo encontré por primera vez tenia un hada en los bolsillos, parecía bastante sorprendido así que supongo que simplemente se colo con el desde donde sea que haya venido-dijo dejando muy en claro lo que pensaba de la procedencia del muchacho, al principio se había comportado como un guardia real pero ahora aquella mascara se estaba cayendo a pedazos por sus propias inconsistencias-es solo un novato sin mucha experiencia,pero incluso así algunas de sus acciones simplemente no encajan-dijo el siguiendo la linea de pensamiento de la princesa mientras le veía moverse de un lado a otro de la habitación,si una de sus colas estuviera afuera posiblemente la estaría moviendo de un lado a otro en un tono nervioso tratando de llegar a la verdad de todo aquel asunto-creo que podemos estar seguros de que este chico no es uno de ellos,pero tampoco se comporta como si fuera un enemigo-dijo el resaltando el echo de que el muchacho parecía mucho mas preocupado por no revelar alguna clase de información vital que por ninguna otra cosa.

La pregunta de mirajanne lo puso en jaque,le había dicho al chico que no hablaría pero luego de que le mintiera a ella de una forma tan descarada no se merecía nada mejor-el chico simplemente se puso en medio antes de que yo pudiera hacer nada,amenazo al sujeto con contarte a ti y luego de eso le cubrió al retirada hasta que se fue-dijo mientras reconstruía los eventos de lo que había sucedido hasta hacia solo unos minutos-lo presione bastante pero incluso con su vida en la linea se negó a decirme nada sobre la identidad del sujeto e incluso me rogó que no te lo dijera, parecía mortalmente asustado de que tu te enteraras-finalizo esperando que la princesa pudiera revelarle la identidad de su molesto visitante.

-Un hada, ¿hmm?...- Murmuró por lo bajo para ella misma, con un cierto cinismo en su voz.

El chiquillo era una caja de Pandora verdaderamente, nunca sabían con qué podría salirles la siguiente vez. Suspiró algo cansada y luego escuchó la respuesta de su caballero. Ciertamente no parecía ser un traidor enviado por uno de sus hermanos, pero la experiencia le había enseñado hace mucho que desconfiase de todos. Excepto uno mismo, todos son enemigos. Pero bueno, no pretendía hacerle nada hasta que mostrase sus verdaderas intenciones...

O esa era la idea, hasta que supo que no sólo defendió al enemigo, sino que también lo dejó escapar. Lo miró con cierta perplejidad por unos momentos, siendo que aquello había sido algo inaudito completamente, y para ella sólo lo volvía a colocar en el área de la sospecha.

-¿Avisarme a mí?...- Pensativa, se llevó una mano al mentón para analizarlo con más detalle. Eso significaba que ella sí lo conocía... pero no lograba adivinar de dónde, tenía muy pocas pistas y aquello le estaba dando un dolor de cabeza.

-Si hubiera podido estar ahí...- Musitó ya resignada. Lo único que le quedaba era ver si volvía a aparecer en algún momento, y con suerte ella lo tendría de frente en esa nueva oportunidad. -Lo único que puedo asegurar es que se trata de algún tipo de demonio- Supuso al recordar esa extraña energía que desprendía la presencia del sujeto.

La princesa parecía bastante sorprendida por la información del hada lo que le daba la pauta de que aquel chico estaba escondiendo muchas mas cosas debajo del tapete de lo que el imaginaba. Al principio no le había prestado mayor atención porque estaba acostumbrado al bosque con sus hadas siempre dispuestas a jugarles bromas pesadas a la venteáis no había sopesado la posibilidad de que aquella hada pudiera estar diciendo la verdad.

Esperaba que mirajanne pudiera finalmente revelarle la identidad de su misterioso visitante pero al parecer ella estaba tan desconcertada como el con respecto a ese extraño sujeto, el guardia había insistido con tanta vehemencia que no se lo dijera que había asumido que la princesa debía conocer bien a ese sujeto si order no quería que se enterara-no recordáis a nadie de la casa de vuestro esposo, un mayordomo o un hermano quizás-pregunto tratando de armar aquel rompecabezas antes de que el próximo ataque cayera sobre ellos.

Al final tuvo que resignarce a esperar mientras su mente continuaba trabajando a toda potencia-descansa ahora, estoy seguro que mañana habremos dado con el sujeto-dijo mientras le daba un ultimo beso antes de ponerse de pie y quedarse en su posición en la puerta de la habitación.

Ante las palabras de su caballero retomó aquella caminata pensativa de un lado a otro, llevándose una mano al mentón para pensar mejor y la otra dando soporte a su codo de aquella forma refinada que ya le salía natural después de tantos siglos de práctica. Ella misma había reparado antes en que podía tratarse de algún pariente o algo, pero ahora volvió a hacer una revisión mental más exhaustiva para ver si lograba dar con alguien que cuadrara con las características.

Fue hace tantos siglos ya que sus recuerdos estaban un tanto difusos sobre la gente que rodeaba a Daemon, y de sus hermanos sólo conocía a Lavi, que originalmente iba a ser su prometido inicial y acabó escapándose hacia el mundo terrenal, sirviendo ahora a una de sus hermanas. Zange, que era raro verlo en el palacio de Satanás por la mala relación con su padre. Y alguno que otro cuyos nombres ni recordaba, puesto que los habría visto apenas un par de veces en toda su vida.

Y por más que buscó y rebuscó en su cabeza no había ninguno que concordara con un cabello lacio, largo y oscuro como el de ese sujeto. Suspiró derrotada al no poder recordar nada más allá de eso, para luego reclinarse contra el escritorio una vez más y negar despacio con la cabeza.

-No concuerda con la gente que conocí allí... además de que mi memoria me falla cuando se trata de recordar hechos tan atrás en el tiempo- Admitió aquello último sin muchas ganas.

Al final era mejor hacer caso de su consejo y dormir un poco. Estaban cansados por todo el ajetreo de ese día, y ella aún por todo lo que venía arrastrando desde las últimas semanas. Se relajó un poco cuando Jace se inclinó para besarla unos momentos a modo de despedida, y de algún modo supo que aquello actuaba como un tranquilizante para ambos.

Finalmente bajó ella también del escritorio y le dedicó una mirada a los pequeños, quienes aún dormían plácidamente.

-Dormiré aquí esta noche- Avisó. El despacho contaba con un sofá cama bastante agradable, y para regresar a su habitación tendría que realizar toda una odisea para transportar a los pequeños un piso más arriba sin que se despertaran y sin que nadie los viese, cosa que era sumamente complicada.

Seguidamente volvió a centrarse en Jace mientras caminaba hacia sus hijos y los levantaba con cuidado para reacomodarlos en la cama con ella.

-Si ocurre algo avísame de inmediato, ¿de acuerdo?- Indicó, cubriéndolos con una manta para que no les diese frío durante la noche. -Oh, por las dudas...- Recordó de pronto. -Será mejor mantener un ojo sobre el chico- Volvió a mirarlo. -Quiero saber qué trama.

Tan pronto se lo pregunto la princesa volvió a su actitud pensativa evidentemente queriendo desenterrar el nombre de aquel sujeto. Pasaron un par de minutos mas de un angustioso silencio pero al final se dio por vencida teniendo que admitir que no recordaba bien todo lo que había ocurrido en aquella época, sabiendo lo que había tenido que soportar casi le parecía mejor que ella no continuara escarbando en aquellos recuerdos-el sujeto parecía estar muy confiado de lo que hacia, volverá y cuando lo haga no dejare que nadie se interponga-dijo mientras cerraba sus puños aun con ira contenida. En todos sus años de servicio jamás un enemigo había podido escapar a su sentencia y aquella vez no iba a ser la excepción.

Luego de su pequeño beso jace volvió a su puesto mientras veía como la princesa movía a los pequeños para poder dormir junto a ellos mientras los envolvía con su cuerpo, con ambos alli no había forma de que algo malo les sucediera- le mantendré vigilado pero creo que se revelara el mismo antes-finalizo antes de dejar que mirajanne se deslizara al mundo de los sueños. Sabia que no debía hacer aquello pero en cuanto ella se durmió jace utilizo su magia para ahorrarle las pesadillas, su magia penetro como suaves hebras dentro de su cerebro alejando todas las sombras y los temores para al menos darle una noche de descanso.