¿Noche sorpresa de películas? (Privado)

No fue muy difícil encontrar la habitación donde el pelinegro vivía; solo bastó con usar sus encantos para que sus camaradas le dijeran. Estaba realmente contenta, ya que ahora tenía una actividad que a lo mejor podría interesarle.

- ¿Hola?- Haruna entró por la ventana, puesto que la puerta de la habitación tenía seguro- ¿Damian?¿Puedo pasar?

Pero por más que Haru buscó por toda la habitación, no había señales de Damian o Hibrid. Se dirigió a la puerta del baño y tocó con suavidad para ver si había respuesta... mas nada, solo el leve sonido del agua en la tina.

¿Y que tal si había quedado inconsciente en el baño?

Sin pensarlo 2 veces Haruna lanzó una patada contra la puerta, partiendola en 2; si había una parte del cuerpo de la chica donde concentrara su fuerza, esa eran sus piernas. Suspiró con alivio al encontrar al chico y al pollito sanos y salvos en la tina del baño, pasando por alto (como siempre) el aura asesina que emanaba del pelinegro por ella.

- ¡Hola Hibrid! me alegra verte a ti también- sonrió mientras tomaba al pollito en sus manos y le daba un pequeño besito- sigues viéndote tan adorable y apetitoso- bromeó.

Finalmente con el comentario de Damian Haru se dignó a voltearlo a ver, sin importarle que estuviera desnudo o no.

- Aun sin me golpeas hasta la muerte sabes que en cuestión de segundos mis huesos volverán a su lugar y mis heridas cerrarán- respondió con tranquilidad, como si ya lo hubiera intentado alguna vez- Entonces, ¿Para qué me amenazas con algo sin sentido?

Después de dejar al otro algo perplejo por su respuesta ella sonrió. Por su sonrisa se daba a entender que tramaba algo.

- Además, es viernes por la noche, así que ¡hagamos noche de películas!- de su bolso sacó unos cuantos estuches de DVD's y unas cuantas bolsas con palomitas y dulces- Traje algunas películas buenas que tal vez te gusten. Estoy segura que ninguna la has visto...

No pudo evitar ahogar una pequeña risa al ver la expresión del otro... ¿Acaso nunca había visto una película? ¡Si ella que tenía 900 años sabía usar un DVD a la perfección y disfrutaba de una buena sesión de películas!

- Jajajajaja, lo siento, es que no puedo evitarlo- se disculpó mientras intentaba dejar de reír- es que se me hace raro que nunca hayas tenido una noche de películas, es todo.

Una vez que se tranquilizó e ignorando las miradas asesinas del chico por la risa o por simplemente por estar ahí, volvió a sonreirle de forma amable. No le importaba que el chico le amenazara, ni mucho menos que fuera cruel con ella, incluso cuando confesó que su objetivo era provocarle un dolor de muerte.

- En realidad ya nada me provoca semejante dolor...- admitió. Su sonrisa cobró un leve deje de tristeza- ninguna clase de dolor se compara...

Al darse cuenta de lo que iba a decir sacudió su cabeza para volver a sonreir como solía a hacerlo. Nunca hablaba de su pasado, era algo que prefería olvidar.

- ¡N-no es nada importante! Entonces esperaré a que salgas y prepararé todo para ver las películas.

Y antes de que el otro pudiera decir algo o siquiera protestar salió del baño para encaminarse a la habitación... con los amigos debían pasarse momentos felices, y realmente él parecía necesitar de un momento con amigos...

Mientras esperaba a que Damian saliera del baño, Haru ya había preparado todo para una matiné de películas. Había estado investigando con sus compañeros de la Guardia con respecto a los gustos del pelinegro en cuanto a películas y golosinas, pero su investigación había sido igual a buscar agua en el Sahara... nadie sabía nada, y al parecer nadie se atrevía a acercársele como para intentar preguntar.

Pero por cualquier cosa había improvisado y había traído suficientes golosinas como para toda la noche: desde palomitas de maíz hasta gomitas de diversos colores. Estaba segura de que si con esto no animaba al chico, al menos Hibrid estaría contento por las palomitas.

Finalmente el pelinegro se había animado a salir del baño cuando la vampira estaba probando el DVD mediante el control remoto para ver si funcionaba correctamente. Haruna volteó y recibió a su compañero con una sonrisa mientras le hacía un ademán con su mano de que viniera a sentarse.

- ¡Bien! ¡Vamos a comenzar con la Noche Sorpresa de Películas!- sonrió animada- Traje varias películas: de acción, de romance, comedia, suspenso, ciencia ficción, horror... Escoge cual te gusta más y la vemos.

Sonrió felizmente cual gato mimoso al momento en que el pelinegro escogió una de las películas y se la pasó para que ella la pusiera en el DvD. La última vez que habían salido Damian había mencionado en la poca información que le pudo sacar que le gustaban los libros, por lo que la mayoría de las películas estaban basadas en novelas que lo más seguro era que el mayor hubiera leído.

- Esa es muy buena- sonrió mientras tomaba una gomita- No sabía que te gustaba la psicología en las tramas. Supongo que te ha de gustar Holmes, ¿no?

Ya que no hubo más que decir, Haruna oprimió el botón de PLAY para dar inicio a la película. Hacía siglos atrás que había leído la novela, un poco menos cuando fue a ver su primera interpretación en el teatro, pero el cine siempre sería su medio favorito. Una vez que terminó de comer la gomita optó ahora por coger uno de los tazones de palomitas que había, extendiéndole una roseta de maíz a Hibrid, quien no sabía en que momento había ido a anidar en su cabeza...

No pudo evitar reír para sus adentros, ya que en esos momentos el pelinegro se veía de lo más adorable, parecía un pequeño niño tímido en su primera fiesta de pijamas... no diría nada ya que sabía que el mayor se enojaría y posiblemente intentaría romperle todos los huesos con sus tonfas, pero el verlo de esa forma hasta se le hacía algo lindo.

Al parecer Damian tenía buen gusto en los temas, ya que esta película era una de los antiguos clásicos, lo cual era notorio debido a que el filme aun era en blanco y negro... uno de los grandes trabajos de aquel director.

- ¿Quieres?- le ofreció palomitas del tazón, mientras que con su mano libre tomaba otra roseta y se la ofrecía al pollito que se encontraba sobre su cabeza.

Durante la película Haru miraba de reojo a su compañero sin que él se diera cuenta. Tal vez era alguien muy serio y, tal vez un poco amargado, pero también podía ser lindo como lo era ahora...