Ficha de Nova

Nombre del user: Nova

Serie: Pure Pure

Nombre original del personaje: Tobari

Nombre del Personaje: Nova Reid

Raza: Híbrida (neko y angel)

Rango: Caballero de Akira (se explicara on-rol).

Edad: 18

Sexualidad: Heterosexual.

Descripción psicológica: Seria, fría y desconfiada ante la mayoría. Si logras ganar  cariño de mi parte, mi carácter se volvería protector y un poco más alegre. Trato de mostrarme fuerte ante las personas porque no quiero que nado se preocupe demasiado por mi. Puedo ser bastante testaruda y terca, por lo cual alguien tiene que ser bastante convincente para cambiar mis opiniones. Si llegas a ganar mi desprecio, bueno, tal vez me de la gana de hacerte la vida imposible o más sencillo, terminar con ella. Lo que mas añoro es sentirme libre, sin restricciones, sin pesadas cadenas que me retengan.

Posesiones: Su ropa (un vestido negro corto y pequeños botines) y dagas.

Habilidades:
- Buen uso de armas cortas.
-Puede poner luz en sus puños o pies para golpear con ellos.
-También puede pasar la luz al filo de sus armas.
-Agilidad, sagacidad y equilibrio gatuno, lo cual hace que logre ser muy silenciosa con sus movimientos.

Debilidades:
- No posee mucha fuerza.
- Si la golpeasen con la oscuridad, que por ser su opuesto de por si le haría daño, el punto mas débil sería en el abdomen.

Un poco de su historia: 

"-No papá, no te vayas...- le rogué con lagrimas en los ojos.

Se agacho para darme un último abrazo.

-Lo siento Nova.- me susurro antes de levantarse y seguir caminando, sin voltear atrás, para ya nunca volver."

¿Cómo iba a saber yo, a mis cortos tres años, que lo hacía para intentar protegerme a  mi y a mi madre? ¿Qué me dejaba  atrás con su legado de ángel en la sangre, que después se volvería en una maldición para mi? Simplemente no tenía forma de saberlo, no sabía nada sobre aquel que llamaba padre. Solo sabía que ese día, me había abandonado sin razón aparente y con lágrimas brotando de mis ojos ambarinos.

Mi madre se casó un año después y tuvo otra hija, Yume. Desde siempre, me llevé muy bien con ella. La cuidaba y la quería muchísimo. Pero nuestra paz no duró mucho. 

Cuando tenía seis, atacaron mi hogar, nos llevaron a mi y a mi hermanita e incendiaron la casa. Si mis padres sobrevivieron, jamás lo supe. 

Las personas que hicieron esto trabajaban para un hombre ambicioso de poder, y que planeaba utilizar los míos para sus cometidos. Durante diez años, me entrenó, mas también me privó de mi libertad. Si me negaba a hacer algo, me amenazaban con lastimar a mi hermana, y yo me prometí que jamás dejaría que lo hicieran. Como también teníamos que hacer los deberes, siempre terminaba haciendo las partes de ambas porque consideraba que ella era demasiado frágil.

Hasta que una noche, cansada después de limpiar y entrenar, Yume me dijo que había encontrado una manera de salir.  Al principio no le creí, pero poco a poco me fue entrando la maravillosa idea. ¡Podíamos ser libres al fin!

Nos llevó una semana planearlo, pero finalmente, llegó el día. Fue una noche. Todo iba bien hasta que alguien noto que faltábamos. Comenzaron a perseguirnos. La adrenalina embotó mis sentidos. Corrí sin escuchar, sin mirar atrás. Fue un gran error. Cuando ya me sentí segura y miré atrás, Yume no estaba. Grité su nombre esperando en vano que estuviese ahí escondida. 

Volví a echar a correr en dirección contraria, buscándola. En eso, escuché la voz del hombre que nos había retenido. Con cautela, me acerqué. Y ahí estaba ella.

"- Con que escapar, eh?- le dijo el hombre a Yume mientras la obligaba a mirarlo. -Parece que eso no salió nada bien.

Una sonrisa torcida se esparció en sus labios.

-Tristemente para ti, ya no me eres útil ya que tu hermana se fue. -sacó una daga.- Así que, adiós.

La daga atravesó su pecho. Me cubrí la boca para no gritar y delatarme. Me di cuenta que mientras iba muriendo, me divisó y una pequeña sonrisa. La luz abandonó sus ojos para siempre y yo no pude hacer otra cosa mas que irme de ahí con las lagrimas resbalando incontrolablemente por mis mejillas."

A partir de ahí, jure vengarme por lo que le habían hecho. Jamás logre superarlo, ni deje de culparme. Han pasado dos años, y me considero lista para acabar con aquel que destruyo lo que me era mas preciado.

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