El largo camino de regreso a casa(privado mirajanne)

Off rol bueno aca continua el rol de las aguas termales si todavia sigues interesada en el

Una vez subió al carruaje, siendo amablemente ayudada por uno de sus Sirvientes y tras que este cerrara la puerta, dio la orden de emprender marcha de regreso hacia su morada. Al menos el carruaje iba bien protegido, pues tenía una escolta adelante, otra por detrás y dos Sirvientes a caballo andando uno a cada lado para cubrir todos los puntos ciegos en caso de que alguien decidiera atacarla en el trayecto, dado que al ser tan boscoso se prestaba para ello al tener tantos posibles escondites.

Se acomodó en el elegante respaldo de terciopelo y mullido asiento, cruzándose de piernas y echando su cabeza hacia atrás para cerrar los ojos. La noche anterior, a la expectativa del regreso de alguno de los atacantes, casi no había podido dormir, por lo que al menos debía aprovechar esos momentos, si bien podía a su vez dormir en el castillo una vez hubiesen llegado.

El movimiento del carruaje al andar no hacía más que tentarla con más fuerza a un largo y necesitado sueño.

-----------------
Off: Te mandé un MP precisamente preguntando si cerrábamos el tema. Sí, había que seguirlo aquí.

Mientras el carruaje se movía lentamente por los bosques jace iba sentado junto al cochero tratando de percibir cualquier actividad inusual por encima de los sonidos típicos del bosque,en mas de una ocasión vio el reflejo de una flecha o una espada seguido de una señal de saludo,aquellos que saludaban no eran otros que su propia gente que habitaba aquellos bosques incluso antes de la llegada de los reyes fénix.
Tales demostraciones ponían un tanto nerviosos a los jinetes que custodiaban a la princesa a los que cada tanto debía hacer una señal para evitar que dispararan sobre los elfos,sabia que mostrar el filo de las armas podía parecer un tanto violento pero la capacidad de su gente para crear ropas camufladas y moverse en silencio por los bosque que la única forma de notar su presencia era que ellos hicieran aquellos gestos de forma deliberada.El carro se mesia de una forma un tanto incomoda cada vez que pasaban por un pozo o encontraban guijarros en el camino pero aun así jace se sorprendió a si mismos cabeceando,al parecer la noche anterior lo había dejado mas agotado de lo que el mismo pensaba.
Al llegar a la encrucijada popularmente conocida como 'el cuello' jace no pudo evitar sentirse tenso, a partir de ese punto iniciaban los dominios de la princesa mirajanne y de todos los nobles que le habían jurado lealtad, deberían de estar seguros allí pero tal como estaban las cosas era difícil saber a ciencia ciertas cuantos de aquellos señores eran realmente fieles a ella y no a la reina o a uno de sus hermanos.

Algo comenzó a inquietarla de pronto, por lo que abrió los ojos nuevamente, sintiendo que el sueño se disipaba a pasos agigantados.

No sabía exactamente la razón de su inquietud, puesto que no pudo vislumbrar nada a la vista que pudiera influenciar su sensación, pero era algo que podía percibirlo en el ambiente... Algo estaba ocurriendo en alguna parte allí afuera, se sentía en la atmósfera tensa que rodeaba su caravana. La expectativa y una sensación de peligro se unieron pronto al mal presentimiento, haciéndola entrecerrar los ojos con suspicacia.

Pudo ver por las ventanas semi cubiertas del carruaje que alguno que otro de sus Sirvientes se veía hasta cierto punto tenso, casi como si pudieran percibir aquello que los rodeaba.

Cuando el carruaje se detuvo de pronto, su inquietud se disparó aún más.

Con la misma cautela de siempre y vigilando los alrededores antes de hacer algún movimiento, abrió una de las puertas para bajar del carruaje, mirando fijamente a todos sus guardias.

-¿Qué ocurre?- Inquirió con su voz firme, sin mostrar temor en ella. -¿Por qué nos detuvimos?- Le preguntó entonces a su Caballero, buscándolo con la mirada para que le diera la explicación correspondiente.

Cuando despertó a causa de la brusca frenada del carro jace noto que en algún momento el andar del carro había logrado que se durmiera aun contra su voluntad.La tensión podía palparse en el aire y el tronco que les impedía el paso no era ningún accidente casual.
Pero antes de que pudiera poner esas sensaciones en pensamientos concretos la paz del bosque se quebró con el sonido de cientos de aullidos y gritos-mi señora volved adentro-le dijo en un tono casi imperativo mientras se colocaba entre ella y lo que fuera que estaba a punto de atacarlos.
Las sombras que surgieron del bosque parecían visiones de pesadilla mas que criaturas de carne y hueso,el había escuchado historias sobre las criaturas que se exiliaron al no aceptar el reinado de los fénix.En las montañas y los profundos bosques aquellos seres se habían cruzado entre ellos dando lugar a todo tipo de monstruos y engendros que parecían caricaturas de las criaturas de sangre pura.
La lucha contra aquellos clanes había sido constante pues siempre atacaban las caravanas de mercaderes y muchas veces asolaban los pueblos cercanos a sus dominios-pase lo que pase tratad de huir-dijo sabiendo que la pequeña guarnición con la que contaba la princesa era insuficiente para hacer frente a aquella horda de animales que solo perdonaban la vida a las mujeres para tomarlas como prisioneras y esclavas.Cayeron sobre ellos como una tormenta y antes de que pudieran hacer nada para impedirlo habían matado a todos los jinetes dejando solo a el y la princesa.

Antes de que pudiera percatarse de lo que se le avecinaba, vio con incredulidad como todo ocurría tan exageradamente rápido, sin poder creer que ni ella ni sus capacitados sirvientes pudieran ser capaces de ver sus movimientos. En un sólo parpadeo, ya se encontraba entre un mar de cuerpos y sangre, y todos aquellos seres oscuros rodeándolos y gruñéndoles en advertencia.

Pese a la alterada actitud de su Caballero, ella mantuvo la calma en todo momento, permaneciendo escalofriantemente neutra ante todo. Con una de sus manos, retiró una salpicadura de sangre que había ido a parar a su mejilla cuando asesinaron a uno de sus lacayos cerca suyo, y posteriormente lamió la sangre hasta limpiar sus dedos.

Sabía que aquellos seres le temían al notar el aura amenazante que comenzaba a desprender a causa de la ira que iba creciendo y cobrando vida en su interior, haciéndose evidente cuando sus ojos cobraron un color naranja y sus nueve colas aparecieron esplendorosas y amenazantes.

-Jace, quédate detrás de mí y cúbreme la espalda- Ordenó, empleando el mismo tono de voz calmado y aterciopelado de siempre.

Caminó unos pocos pasos hacia el frente, haciendo que las bestias le gruñeran con más intensidad, pero obligándolos a retroceder cuando el fuego comenzó a envolver su cuerpo y su cabello se encendió en un potente y brillante rojo, del mismo modo que el color de sus ojos.

-No perdonaré a estos insensatos que osaron destruir mi caravana y entorpecieron mi llegada al castillo- Sentenció, al tiempo que sus palabras se impregnaban más con el tono de voz autoritario y severo que usaba ante sus adversarios, intimidándolos primero de ese modo antes de acabarlos. -Todos ustedes, seres vulgares, van a morir por su atrevimiento- Decretó con los ojos entrecerrados, alzando la barbilla con toda su dignidad que desprendía la sangre real que corría por sus venas, alimentando el fuego invencible y arrazador del Fénix para acabar no sólo con quienes tenía frente a ella, sino con el bosque, ladera y todo lo demás que quedara atravesado en la vía de su ataque.

Algunos seres saltaron sobre ella, y otros retrocedieron aterrados. A todos por igual, los cortó con sus colas, las cuales estaban encendidas del mismo modo que su cabello. Fue despejando el camino de esos mugrosos seres, incinerándolos hasta convertirlos en cenizas y no dejar ni rastro de su existencia.

Lo que ocurrio aquella mañana en el bosque fue una vision que acompañaria a jace hasta la tumba.Incluso en su largo tiempo al servicio de la princesa el jamas le habia visto usar sus poderes hasta aquel extremo,la vision de la princesa con su cuerpo envuelto en llamas tenia algo de divino y demoniaco al mismo tiempo.
En un solo ataque colosal convirtio el verde bosque en un infierno ardiente,sus palabras tan calmadas y serenas le parecieron casi una burla cuando desato aquel fuego,el sobrevivio aunque sus ropas no tuvieron la misma suerte.Sus armas se le cayeron de las manos mientras se ponian rojas como el carbon aunque no llegaban a derretirse.Ellos aullaron de terror ante su inminente fin pero ya era demasiado tarde como para suplicar piedad,la calma volvió a reinar de repente en aquel lugar desolado interrumpido solo por el lento crepitar de las llamas-debemos irnos princesa, podría haber mas merodeando cerca-dijo mientras su magia conjuraba una capa negra para cubrir su vergonzosa desnudes hasta que hubieran regresado al castillo,sabia que parecía tonto preocuparse luego de lo que había visto pero dudaba que ella pudiera hacer algo como aquello de nuevo.

Una vez todo quedó reducido a cenizas y no quedó uno de aquellos seres con vida, apagó poco a poco el fuego que la envolvía hasta que su cabello y el color de sus ojos quedaron únicamente con un tinte carmín, que poco a poco se fue desvaneciendo. Sus nueve colas volvieron a desaparecer debajo de sus ropas de una forma tan repentina y majestuosa como la primera vez que aparecieron, permitiéndose entones darse media vuelta para examinar el lugar y toparse con el único sobreviviente.

-Es cierto, se está haciendo tarde...- Comentó su pensamiento en voz alta.

Ella no temía a aquellos seres que podía despedazar con la misma facilidad, lo que no quería era pasar más tiempo lejos de su pequeño.

Un par de caballos de los que tiraban el primer carruaje habían sobrevivido al repentino ataque y parecían encontrarse en condiciones para emprender marcha una vez más. Con el mismo caminar tranquilo se dirigió hacia ellos para poner su pie en el estribo, subiéndose al lomo para tomar las riendas. Miró a su caballero para ver por qué aún no subía al otro caballo.

-Andando- Lo apuró, manteniendo el mismo tono de voz calmado, mientras comenzaba a andar sobre el caballo.

Ella subio al caballo como si nada hubiera pasado mientras jace se quedaba alli contemplando el alcance de aquella debastacion, la misma tierra parecia haberse quemado a causa de la intensidad de las llamas,incluso con la ayuda de la custodia su gente tendria que trabajar por muchos años para reparar el daño que habian causado aquel dia,era estremecedor ver que fácil era destruir y que tan difícil era crear.
La voz de su ama finalmente lo saco de sus pensamientos con un tono evidentemente apurado,no sabia si temía por la seguridad del niño en su vientre o por la de aquel que caminaba por el castillo.Sin demorarse un segundo mas jace subió al caballo y guardo sus armas en la silla aunque dejo el arco a mano por si ocurría otra eventualidad,subido a la montura su capa se transformo en una especie de traje enterizo que cubría su cuerpo con eficiencia hasta que lograra conseguir prendas nuevas-me intrigáis princesa-dijo mientras cabalgaban a paso lento con rumbo al castillo, tenían aun medio día por delante y sin posadas cercanas no era prudente cansar a los caballos sin saber si podrían reponerlos-vuestros guardias os acompañan a todas partes pero nunca parece que nos necesiteis-continuo mientras una sonrisa sarcastica se formaba en su boca,tal vez no fuera el primero en formularle aquella pregunta pero los eventos de aquella mañana lo habian echo cuestionarse su verdadera necesidad como guardian personal de mirajanne.

Mientras cabalgaban a una velocidad moderada para no cansar a su único medio de transporte, se permitió asomar una sonrisa algo sarcástica y divertida cuando escuchó sus palabras.

-Puede que tengas razón- Contestó de la misma manera divertida y suave en el tono de su voz. -Pero de todos modos siempre es mejor tener un numeroso ejército para intimidar- Comenzó a explicarle, mirando hacia el frente en todo momento para no perder la atención que le prestaba al camino, o de lo contrario el caballo se iría hacia donde quisiera. -Con mi Desfile Nocturno de los 100 Demonios, mis queridos hermanos se lo pensarán dos veces antes de intentar atentar contra mi vida.

El resto del camino parecía completamente despejado y fuera de peligro. Ya no había por qué preocuparse.

-Además, es lógico pensar que quien se oculta tras un gran ejército sea debido a su inutilidad en batalla... de ese modo, si logran traspasar la fortaleza, los tendré dirigiéndose ciegamente hacia el centro de la telaraña- Agregó, siendo ese su plan B. Después de todo, ella casi nunca peleaba, por lo que rara vez dejaba mostrar sus habilidades, y cuando lo hacía, no dejaba a nadie vivo para que pudiera hablar de ello.

Ella en cuanto a preparación y estrategias militares, ya estaba más que lista. Y quien fuera tan insensato de enfrentarse a ella, definitivamente pagaría las consecuencias.

Las palabras de la princesa eran suaves y moduladas aun cuando hablaba de temas tan delicados como la guerra o los intentos de asesinato, lo hacia a uno cuestionarse si tenía algún verdadero interés en ellos o solo los veía como molestias-en efecto muchos de vuestros hermanos le temen y por tal razón envían asesinos tras de usted- dijo en aquel mismo tono neutral. La verdad sobre los intentos de asesinato eran muchas y complejas pero al final todas se reducían al miedo que muchos tenían por sus propias vidas- se dice que el rey sabio busca ser amado, no temido-continuo haciéndose eco de aquellos que conocían mejor que el en el arte de la política- si la gente os ama dará su vida por vos sin pensarlo, mas si os teme tarde o temprano se revelaran- dijo con esperando no sonar impertinente.
Por mas extraño que aquello sonara si algo había aprendido de los reinados anteriores era que el miedo siempre llevaba al odio y el odio llevaba a la revolución. El primero de los reyes fénix había conseguido el trono tomandolo de la casa targaryen, los dragones habían reinado mediante el miedo y eso mismo había sido su perdición- recordad que la guerra no se gana con ejércitos sino con un cuchillo bien colocado, si algo os pasara solo los capitanes seguirían siendo leales a vuestro hijo-continuo sabiendo que aquello era una verdad exagerada, los capitanes eran caballeros y defenderían a la princesa con sus vidas pero si ella moría el ejercito formado por sirvientes se revelaría y mas de uno estaría dispuesto a matar a sus hijos para congraciarse con quien ganara la batalla- pero estad segura de que tendrán que pasar por encima de mi cadáver para eso-finalizo intentando hacer que la perspectiva no sonara fatalista.

Ante sus primeros comentarios no hizo más que esbozar una ligera y algo burlesca sonrisa, apenas mirándolo de soslayo por unos momentos.

-Oh~ ¿Intentas decirme que te doy miedo, Jace?- Inquirió con el mismo tono suave pero impregnado con un leve tinte de diversión.

Siguió escuchando en silencio el resto de su discurso, sabiendo todo aquello de antemano. Pero esa táctica prefería usarla una vez fuera Reina, en estos momentos, en la disputa por el trono, lo que más valía era el desempeño en la batalla, por lo que eran más importantes las estrategias militares que estar preocupándose por agradarle al pueblo.

Hizo una mueca de desagrado al ver que el camino había sido bloqueado por un deslizamiento en el cual parte de la montaña se vino abajo. Ella podría incinerar las rocas para dejar el camino libre, pero ya había gastado mucha energía eliminando a aquellas bestias y estaba cansada como para lidiar con esto ahora. Desvió al caballo hacia uno de los lados, internándose en una bajada que conducía hacia el bosque.

-Vamos por aquí- Avisó, andando con cuidado por si el terreno no estaba seguro.

Mientras hablaban la princesa lo miraba de una forma que jace no podía interpretar como otra cosa que no fuera algo de condescendencia,tal vez si era demasiado esperar que la princesa no supiera ya aquellas cosas sobre como reinar una nación-os respeto,pero la lealtad y el miedo nunca van de la mano-dijo el por toda respuesta ante el comentario de la princesa.Tal vez en un tiempo cuando recién había ingresado a su servicio había sentido un cierto temor hacia la princesa que aparentaba ser tan fría y calculadora,pero luego de ver el amor que le profesaba a sus niños aquel miedo había sido remplazado por compasión porque a su manera ella también sentía miedo por el futuro pero se obligaba a vestir aquella mascara de tranquilidad por el bien de sus pequeños.
Mientras descendian la pendiente con rumbo al bosque jace sintio nostalgia cuando los envolvieron los familiares sonidos y olores del bosque,los pajaros,los arboles,todo alli era tan distinto y al mismo tiempo tan igual a su antiguo hogar que le parecia como si hubiese retrocedido en el tiempo-sera mejor que no nos demoremos,en el bosque la noche cae rapido y la mañana pocas veces encuentra a los viajeros perdidos-dijo repitiendo un viejo proverbio elfico que le decian a los niños para evitar que corretearan por el bosque.Mientras las horas pasaban el bosque parecia cerrarse cada vez mas en torno a ellos.

La marcha por el bosque se hacía más lenta debido al cuidado que había que tener para que el caballo no se enredara en alguna planta, tropezara o cayera con algo, además de que de vez en cuando era incómodo el tener que estarse agachando para pasar por debajo de las ramas. Miró por las dudas el sol en lo alto, queriendo comprobar cuanto tiempo de luz tenían antes de que oscureciera y tuvieran que desistir de su marcha hasta la mañana siguiente. Aún tenían unas tres horas, debía aprovecharlas al máximo para acortar camino.

Observó los alrededores, queriendo orientarse, pero para desgracia suya los bosques no eran su fuerte, debido a que todo le parecía exactamente igual y no recordaba nunca haberse internado en ese precisamente. Pasados unos minutos y contra su voluntad, tuvo que admitir ante sí misma que estaba perdida. No pudo divisar la estructura del castillo ni nada por donde guiarse gracias a que las copas de los árboles eran muy altas, por lo que tampoco podía tomar ninguna referencia.

Como último recurso, buscó la mirada de su Caballero, queriendo saber si él al menos tenía idea de donde podrían estar parados.

El sol se encontraba en su plenitud en aquel momento pero gracias a las copas de los arboles los fieros rayos apenas lograban traspasar la espesa techumbre y alli el clima se mantenia aun fresco y agradable a pesar del inclemente astro.Ver a la princesa perder su aplomo era sin duda un espectaculo extraño el cual jace observo hasta que ella le dirigio la mirada evidentemete derrotada ante el extraño laberinto que suponian los bosque que cubrian las tierras circundantes del castillo.
Aquello no era coincidencia pues el castillo estaba ubicado en la cercania de lo que antaño habia sido un complejo circuito de templos consagrado a los antiguos dioses de la naturaleza y el bosque,aunque en otros tiempos estos habian permanecido con sus puertas abiertas a todos los caminantes los tiempos actuales y el declive de la sociedad elfica habian forzado a su gente a esconder los ultimos restos de su antigua cultura en el fondo de la floresta.Con la ayuda de los espiritus los cantores de los arboles habian aprendido a guiar a los arboles en su crecimiento hasta que habian formado complejos laberintos en donde solo aquellos que conocian los secretos del bosque sabian como moverse,los mismos arboles se habian vuelto hostiles con los viajeros y muchas veces cambiaban los caminos para desorientarlos y llevarlos a las cuevas donde moraban las peligrosas bestias de aquellos parajes-si seguimos hacia la izquierda deberiamos llegar a un claro donde podremos para a almorzar-dijo mientras guiaba a su caballo con un suave toque de las riendas mientras guiaba a la princesa sin la menor sombra de duda,mientras caminaba por delante guiandola entonaba por lo bajo antiguas canciones que le habian enseñado para apaciguar a los arboles y obtener su ayuda.

Le permitió a él tomar el mando del camino para que la guiara por el lugar, dado que se le daban mejor ese tipo de cosas que a ella. Lo siguió con el caballo, sin dejar de observar los alrededores para no bajar la guardia, y al escuchar lo que dijo no pudo evitar pensárselo con detenimiento. Ella no quería perder más tiempo, y detenerse a hacer un picnik en medio del bosque iba a ser peligroso... pero el hecho de que él sugiriera aquello significaba que quizá iban a tardar en llegar, lo suficiente como para necesariamente tomarse el rato de llenar sus estómagos para seguir el viaje con fuerza.

-¿Cuanto tiempo estimas que tardaremos en llegar?- Preguntó después de un rato de estarlo siguiendo.

Le preocupaba que fuera a caer la noche y ellos aún siguieran dando vueltas por el bosque. No es como si ella no pudiese defenderse sola, claro está. Pero verdaderamente le incomodaría tener que estar vigilando de forma constante sus alrededores para que ningún bicho salvaje le saltara encima en caso de tener que acampar.

La consabida pregunta llego hasta sus oídos mientras se movían por el bosque-suponiendo que todo salga bien deberíamos estar saliendo del bosque antes de que oscurezca-dijo jace mientras veía como los arboles empezaban a ralear mientras se acercaban al claro-si la memoria no me falla hay una pequeña aldea en el extremo oriental del bosque,estoy seguro que allí podrán proporcionarnos refugio durante la noche-continuo en un tono que pretendía ser despreocupado,aquellas eran las tierras de la princesa por lo que podían confiar en la disposición de los aldeanos hacia su persona,ademas ningún asesino podría rastrearlos en el bosque por lo que estaban seguros de evitarlos mientras estuvieran allí.
Cuando finalmente volvieron a ver la luz del sol este se habia desplazado hacia el oeste y ahora parecia mirarlos como un gigantesco ojo a traves de la ventana que le ofrecia aquel claro por el que discurria un pequeño arroyo,apenas un poco mas que un hilo de azul sobre el verde manto del bosque-debreriamos dejar que los animales descancen-dijo mientras bajaba y conducia a su caballo por las riendas hasta el agua,el animal parecio feliz de salir de la espesura y se dedico a beber de una forma avida mientras jace aseguraba las riendas al suelo con una flecha-volvere en un segundo-dijo mientras dejaba a la princesa y se perdia en la espesura para buscar algo de comida.

Se permitió relajarse apenas un poco cuando el otro aseguró la posibilidad de salir antes de que cayera la noche y el bosque se tornara en un lugar más peligroso, y en todo caso no debía olvidar de que les podrían dar refugio en alguna de las casas que habían de hallarse en los alrededores.

Asintió cuando sugirió lo del descanso, puesto que los caballos parecían necesitarlo y se bajó del suyo cuando se detuvieron cerca de aquél lago. Al igual que su caballero, guió por las riendas a su caballo para llevarlo a la orilla del manantial y así permitirle refrescarse.

-De acuerdo- Aprobó su salida y mientras tanto ella se fue a sentar a las raíces de un gran y grueso árbol, viendo a los caballos refrescarse y descansar del largo trayecto.

Cerca de ella, saltó un conejo blanco, sin pasar desapercibido por su mirada. Permitió que brincara a su alrededor y la olfateara. Quizá se lo comería cuando Jace llegara, después de todo, sería un tanto descortés el no aguardar por él para empezar a comer.

Mientras caminaba por el bosque jace se dio el lujo de relajarse por primera vez en mucho tiempo,alli estaba en casa donde conocia cada arbol y brizna de hierba asi como tambien a todos los animales que alli vivian ya fueran de tierra,agua o aire.Para el almuerzo de aquel dia no se demoro demasiado pues aun con los posibles asesinos despitados el bosque podia ser un lugar peligroso y no queria dejar a su señora sola,cazo a un ganso que tuvo la mala suerte de pasar por alli,recogio moras y fresas silvestres, ademas de trufas y un par de manzanas que todavia no habian sido presa de la pudricion.
Cuando regreso se encontro con su ama acariciando un conejo tan blanco como la nieve,el animal no parecia temerle mientras su pequeño hocico recorria las manos de la princesa-veo que habeis echo un amigo-dijo mientras se arrodillaba y atraia al conejo con un movimiento de su mano,el pequeño animal se acerco y tomo una baya de su mano antes de volver saltando hasta donde estaba la princesa-su carne podria ser tierna pero se dice que los conejos son emisarios de la luna,ademas vuestro hijo amaria tener una mascota-continuo mientras dejaba la fruta a un lado y comenzaba a recolectar madera para armar un espeton improvisado y armar una fogata-me hariais los honores-dijo mientras terminaba de tender el ganzo ya desplumado y desmembrado sobre el espeton mientras ponia la madera debajo de el mismo.

Dejó que el pequeño conejo olfateara la punta de sus dedos, mientras lo observaba mover las orejas y los bigotes cada tanto. Cuando vio llegar al otro con la comida estuvo a punto de matar ya al conejo para comer de una vez, pero entonces escuchó sus palabras y sus ojos negros bajaron nuevamente hacia donde estaba el animal.

Era cierto, y no había pensado en eso. A Gamzee de seguro le gustaría tener una mascota siendo que se hallaba la mayor parte del tiempo encerrado en el castillo, y ninguno de sus sirvientes parecía ser amigo o tener intenciones de serlo. Un animal con quien entretenerse no era mala idea, además de que como a él le gustaba tanto todo ese asunto de la magia, supuso que un conejo le vendría perfecto.

-Puede que tengas razón- Acarició con una de sus manos el lomo del conejo, mientras que él encendía la fogata y se iba asando el trozo de ganzo ya desplumado.

En cuanto este estuvo listo y Jace le tendió el primer pedazo, lo tomó lo más delicadamente que pudo por aquella rama, debido a que alguien como ella no debía perder los modales a la hora de comer ni en una situación como esa.

-Gracias- Pronunció antes de probar el primer bocado. -Está a punto- Aclaró, indicando con ello que estaba perfecto para comerse así como estaba.

Esperó a que él tomara su trozo correspondiente y se sentara a comer para seguir.

Si la princesa capto su indirecta fingio no entenderlo y dejo que el encendiera el fuego por sus propios medios,mientras el cocinaba al animal vio como su ama acariciaba al pequeño conejo que habia estado a punto de ser su almuerzo.
En tan solo media hora el animal estuvo cocido y listo,jace le paso la primera pieza a la princesa tal como exigia las reglas de la cortesia,era extraño verla actuar con los mismos modales que usaba en la corte alli en el medio del bosque-no teneis que preocuparos,aqui nadie puede vernos-dijo mientras tomaba una pieza y la comia con menos ceremonia antes de arrojar los huesos lejos del claro.Si bien entendia la importancia de los buenos modales le parecia que aquel no era el momento o el lugar para tales muestras de civilizacion,aquellos conceptos poco significaban en la espesura del bosque donde los clanes de renegados vivian una tensa existencia en una lucha constante tanto con los elfos como con los habitantes civilizados de afuera del bosque-temo que tendremos que partir en pocos minutos-dijo mientras comia unas bayas con aire ausente mientras le pasaba algunas a la princesa,el humo aunque poco conbinado con el aroma de la comida podia atraer depredadores y preferia no perder el tiempo peleando.

Siguió manteniendo esa misma etiqueta, o lo más que podía, para comer, mientras escuchaba lo que el otro comentaba.

-Lo sé- Dijo, con su habitual tono moderado y calmado de voz. -Pero ya es costumbre- Agregó, reparando en que se había comportado de la misma manera desde hacía tantas décadas... siglos, que ya prácticamente era una costumbre, ni siquiera estaba pendiente de ello, pues se le hacía natural y hasta involuntario.

Ella acabó un poco después y aceptó tomar algunas bayas que él le tendió, elevando la vista al cielo cuando Jace dijo lo último.

En efecto, tenían que partir pronto, puesto que habían perdido más de media hora de luz diurna en ese pequeño espacio para comer. Le dio la razón con un asentimiento de cabeza y se puso de pie para dirigirse hacia donde descansaban los caballos, cerca del lago.

Tomó las riendas del suyo y se ladeó un poco para mirarlo, queriendo saber si ya estaba listo.

Ante la repuesta de la princesa jace simplemente sonrío de una forma cínica mientras se dirigía hacia los caballos-no olvidéis vuestro nuevo amigo-dijo mientras tomaba al conejo blanco entre sus manos,sentir la pequeña bola de pelo entre sus manos le hizo recordar el tacto de la cola de la princesa.Monto en su caballo y pusieron rumbo hacia el castillo en medio del canto de los pájaros,los sonidos del bosque eran siempre una buena seńal pues significaba que los animales no temían y por tanto se permitían revelar su presencia cantando,se movían a un buen paso aprovechando que en aquella sección el bosque era mas ralo y los animales podían avanzar sin miedo a tropezar con raíces o ramas.
Aunque nadie los perturbo ni les corto el paso la sensación de ser observados no los abandono en ningún momento mientras recorrían la floresta, a medida que el mediodía daba paso al atardecer los arboles parecían reavivarse moviendo sus ramas de formas extrañas y doblandose por el camino como queriendo observar mas de cerca a los visitantes, en mas de una ocasión sintió deseos de gritar para romper la tensa atmósfera pero se retuvo, era extraño que lo asaltaran aquella clase de sentimientos dado que el bosque era un lugar que debería ser familiar y amistoso para el, pero en aquel momento el bosque se le antojaba hostil,extraño, casi como si se hubiese transformado en algo completamente diferente.Cuando finalmente llegaron a una aldea en los lindes del bosque suspiro con alivio de poder dejar atrás aquel extraño lugar.

Había sentido con tanta fuerza la necesidad de salir de una vez de ese bosque que incluso se olvidó por completo del conejo. Una vez sobre el caballo, lo sostuvo con una de sus manos para mantenerlo firme cuando comenzó a cabalgar con el otro.

Y entonces algo extraño invadió el ambiente, una atmósfera pesada y peligrosa que hizo que incluso el pequeño animal se removiera con desespero entre su mano, queriendo zafarse de su agarre al captar el peligro en el lugar.

Ella entrecerró los ojos y observó de forma aguda los alrededores, atenta a cualquier movimiento sospechoso, procurando siempre mantener la calma para pensar en frío y no mostrar vulnerabilidad.

Gracias a la cabalgata, llegaron pronto a los límites del bosque, donde comenzaba una aldea perteneciente a su territorio, y al salir de toda esa arboleda, pudo distinguir no muy lejos las altas torres de su castillo. Le dedicó una mirada a Jace luego de comprobar que aún les quedaba luz suficiente como para seguir sin tener que detenerse a hacer más paradas.

-A partir de ahora vamos directo al castillo- Avisó. -Si seguimos este sendero no nos perderemos.

Jace jamas penso que podia sentir aquel alivio al dejar detrás de ellos el bosque,hubiera querido protestar diciendo que era peligroso continuar el viaje pero al ver como la princesa miraba en dirección hacia el castillo sabia que iría hasta allí incluso si debía hacerlo arrastrandoce-espero que estéis en lo correcto-se limito a decir al escuchar su afirmación sobre el camino.No era el camino sino las personas que estaban cerca lo que le preocupaba,habría sido demasiado fácil disfrazar un asesinato como un simple robo que termino en tragedia.
Trato de apartar aquellos pensamientos mientras recorrían el camino acercandose cada vez mas a su hogar,en mas de una ocasión le pareció escuchar movimiento entre la maleza pero siempre eran pájaros o animales que tan inocentemente parecían pasear por allí.El bosque de los lobos quedo atrás y cuando el sol se hundía en un horizonte sangriento los caballos finalmente coronaron la colina donde se encontraba emplazado el castillo-bienvenida al nido de águilas-dijo jace cuando finalmente traspasaron el portón de el castillo llamado así porque se decía que solo las águilas podrían vivir en un lugar tan escarpado y agreste.